En la primera boda que decoré, la novia compró unos card holders, que servirían de souvenirs y donde colocamos cada nombre de los invitados en la mesa y el lugar que le correspondía.
Recuerdo la impresión y los comentarios de los invitados: Wao mi nombre!
Se sentían importantes y tomados en cuenta. La boda quedó bien organizada y los invitados se sentían cómodos al estar sentados con personas conocidas y no estar dando vueltas por todo el salón, buscando donde sentarse.
En algunas ocasiones l@s novi@s no han tenido presupuesto para comprar un porta nombres, aún así, no hemos dejado de organizar las mesas, colocando una tarjetita con el nombre de cada invitado sobre la servilleta o el plato base.
Así seguimos logrando bodas organizadas y unos invitados satisfechos.
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